En busca del Núcleo del disturbio: un estudio sobre los cimientos de la poética de Samanta Schweblin

El núcleo del disturbio (2002) es la primera obra de la escritora argentina de literatura fantástica Samanta Schweblin (Buenos Aires, 1978) y contiene algunos de los núcleos temáticos fundamentales presentes en obras posteriores, en particular Distancia de rescate (2014), Siete casas vacías (2015) y Kentukis (2018). El primer capítulo de esta tesis constituye una premisa teórica que presenta al lector el concepto de lo fantástico y lo espeluznante planteados respectivamente por el crítico David Roas en Tras los límites de lo real: Una definición de lo fantástico (2011) y por el teórico Mark Fisher en The weird and the eerie (2017). Los capítulos sucesivos tienen el objetivo de identificar, analizar y exponer tres temas fundamentales en la obra de Schweblin: la repetición despersonalizadora, la pérdida de puntos fijos y el efecto perturbador de algunos objetos cotidianos. Cada capítulo analiza las historias contenidas en El núcleo del disturbio que se consideran más representativas del núcleo temático en cuestión y expone brevemente en cuál de las tres obras posteriores mencionadas anteriormente reaparecen estos temas. El capítulo “Todo se repite como en un ciclo natural”: la reiteración que genera identidades en serie muestra cómo los personajes de Schweblin quedan a menudo atrapados en una rutina rígida y repetitiva que corroe lentamente su identidad; quienes intentan escapar de esta trampa fracasan o acaban cayendo en otra rutina igualmente repetitiva y agobiante. La pérdida de los puntos fijos es el núcleo tratado en el capítulo "Sólo hay desilusión y un vestido de novia”: la pérdida de los puntos fijos en la contemporaneidad; Schweblin cuenta las historias de individuos que descuidan las relaciones con personas cercanas a ellos o que acaban siendo abandonados. La pérdida de los afectos no es la única fuente de inestabilidad, la confusión entre sueño y realidad y la pérdida de las coordenadas espaciotemporales provocan un fuerte desconcierto en los personajes y en el lector. El último capítulo, titulado "Agujeros negros, gente en piyamas y estatuillas”: los objetos comunes que esconden el disturbio, analiza diferentes objetos que, a pesar de ser comunes y banales, son fuente de miedo, ansiedad o inquietud. Schweblin, en lugar de representar monstruos o fantasmas, opta por convertir objetos inanimados, a los que la gente está acostumbrada e indiferente, en entidades aterradoras e inquietantes. El núcleo del disturbio, a pesar de ser la primera obra de Schweblin, establece los cimientos temáticos y estilísticos de sus obras sucesivas.